Ellos lo tenían claro. Daba igual la edad y lo complicado que pareciera organizar una boda. Su ilusión y sus ganas pudieron con todo. Y fue una boda increíblemente bonita.
Eligieron La finca Casa de Oficios, en Torremocha del Jarama. Un lugar lleno de rincones con encanto y mucha historia. Un entorno natural, con campos de Lavanda y unas vistas preciosas.
Adrián se vistió con su familia en una casa rural muy acogedora que había cerca de la finca. Le acompañaron su hermano y su padre y pudimos ver la complicidad que había entre ellos.
María hizo los preparativos en la finca. Y, aunque parezca mentira, era la persona que más tranquila estaba de todos. Ella estaba disfrutando del momento, feliz. Y con muchas ganas de vivir su día a tope.
La ceremonia civil fue muy emocionante desde el minuto 0 hasta el final. La entrada de María con sus padres mientras sonaba “My Girl” de The Temptations, nos puso la piel de gallina a todos.
Hubo discursos preciosos de sus familiares y amigos, lágrimas de emoción, y un sin fin de miradas y sonrisas entre ellos.
En el cóctel: jamón, quesos, aperitivos riquísimos, cervezas, y una preciosa cámara Fuji Instax, que consiguió captar la atención de todos. Durante la cena también hubo sorpresas y regalos y como gran final, su baile con vengalas y la gran fiesta.
Un gran día que disfrutamos mucho compartiendo con esta parejaza.
