La preboda de Cinthia y Jorge fue sobre todas las cosas, muy divertida. Álvaro y yo teníamos algunas ideas en mente y ellos se atrevieron con todo.
Quedamos en Rivas, donde estuvimos tomando algo y charlando un rato de la vida. Después nos fuimos a dar una vuelta y estuvimos haciendo fotos y sacando planos en las vías del tren y alrededores. Muchas risas, mucha complicidad y muy buen rollo. Estar con ellos es estar con amigos. Y así, todo es bonito.
Cuando se empezó a hacer de noche, nos fuimos a un parking de un supermercado. Nuestra idea era que se metieran en un carrito de la compra y se dieran un paseo mientras llevaban una antorcha de humo rojo. Además, las luces del parking le daban a la escena un ambiente muy bonito y diferente.
Sí, a simple vista todo parece muy loco, pero, a veces las cosas locas son las que más molan y las más divertidas. Hubo muchas risas, y sobre todo, un resultado genial.
¡Qué lujo cuando una pareja confía en nosotros y se deja llevar! ¡Gracias chicos!
