María y David contactaron conmigo para que les hiciera la sesión de postboda. Tenían muchísima ilusión por volver a vestirse de novios otra vez.
Querían disfrutar al máximo del momento y compartir la sesión con Tai, el perro de su vecina, que es parte de su familia. También querían que fuera en un lugar muy especial y significativo para ellos, uno de sus lugares favoritos, el pueblo donde han pasado muchos veranos y fines de semana en familia. Fuentidueña, en Segovia.
Así que, un 12 de Septiembre, cogí mi coche y fui a pasar una tarde muy especial con ellos. Al llegar, me invitaron a merendar galletas con chocolate mientras se terminaban de vestir y charlábamos un rato. María iba preciosa con su vestido de Pronovias y David no se quedaba atrás.
Dimos una vuelta por el pueblo. Un entorno natural precioso y con mucho encanto. Cada rincón era diferente e inspirador para mí. Pero lo que más me inspirió, fueron ellos. Su amor. Su manera de mirarse y besarse. Saltaban chispas en cada gesto. Y eso es lo más bonito de todo. Después de 14 años de relación y conocerse en el instituto, cada día están más enamorados y son más felices.
Disfrutaron muchísimo y se dejaron llevar en todo momento. Para mí ha sido una suerte poder conocerles y compartir con ellos esa tarde y todo lo que ha venido después.