María y Adrián son de esas parejas que terminan siendo más que eso y se convierten en amigos.
No sólo viven en un loft, como nosotros, sino que además tienen una mascota preciosa, Pepa la eriza. Eso es un dato peculiar que nos unió desde el primer momento, ya que a nosotros también nos gustan los animales exóticos. La prueba, nuestras 5 cobayas.
Eso, sumado a que son increiblemente encantadores y tienen un corazón enorme, hace que nada más conocernos, supiéramos que esto iba a ir más allá de las bodas.
Su preboda fue como ir a casa de unos amigos, pero con cámaras.
Ellos nos abrieron las puertas de su hogar, jugaron con Pepa, se bebieron una cerveza, nos prepararon un té riquísimo, saltaron en el sofá, se dieron muchos besos y se abrazaron.
Luego dimos un paseo por los alrededores para seguir sacando fotitos bonitas y planos llenos de amor, y al volver a casa, ya para terminar este día tan genial, nos prepararon una pizza casera que estaba espectacular.
¡Qué más se puede pedir a la vida!